EN EL INTERIOR DE ESTA CABEZA CRECE FORZOSAMENTE
UNA FLOR BAJO LA PIEDRA DEL DESTIERRO
esa roca idiota llamada
pura y santísima razón de los siglos arribistas
DIEZ
poema de amor
ya casi amanece y nada, absolutamente nada
quiere, o hace algo, para que yo pare de llorar
he derramado demasiadas lágrimas
y tengo el alma rota
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